Ruta al Faro del Caballo por Santoña

El turismo canino que llega a Cantabria suele llegar atraído por una de las bellezas naturales más exuberantes del país. Por eso os recomendamos esta ruta por sus acantilados.

El último tramo solo APTO PARA PERROS EXPERTOS en rutas de montaña.

Para llegar al Faro del Caballo, arrancamos en Santoña, una pequeña villa que descansa a los pies del monte Buciero. En el pueblo, pasado el Fuerte San Martín, encontramos un parking de tierra donde podemos dejar el coche y empezar la ruta con nuestros peludos por la pista de tierra.

Se trata de bordear el monte Buciero hasta el mirador de la Peña del Fraile, un buen lugar para hacer una pequeña aparada y admirar las vistas al mar Cantábrico. Seguimos hasta la bifurcación señalizada, aquí tomamos el camino de la derecha (el de la izquierda nos lleva al Faro del Pescador), en la siguiente bifurcación podemos elegir parar en la Batería de San Felipe, un antiguo puesto de guarda. Es un buen lugar para tomar aire y decidir si estamos preparados para el tramo que nos queda por delante.

Si queremos seguir adelante, es imprescindible una CORREA suficientemente larga para darle capacidad de movimiento a tu compañero perruno, también que sea de un material áspero para que tú puedas tener una gestión segura, que no se resbale de tu mano. Incluso, aunque no estoy muy de acuerdo con las correas elásticas, en esta ocasión es interesante plantearse una CORREA DE CANICROSS para llevar las manos libres.

Nos quedan 685 escalones hasta el Faro del Caballo que habrá que subir de vuelta. Es una escalera empinada y estrecha, tenlo en cuenta si tu perro es mayor o tiene dificultades en la movilidad, y lo mismo cuenta para cualquiera de los senderistas. No te agobies, hay zonas de descanso en las escaleras pensadas para poder cruzarse con otros senderistas sin molestarse y un cable en la pared para aquellos que os sintáis más inseguros en la bajada.

Cuenta que en el camino podemos encontrarnos a los auténticos habitantes del monte, las cabras cántabras.

Podemos subir a ver el faro por una escalera de caracol interior y también bajar hasta el nivel del mar por los 111 escalones restantes. El baño solo está recomendado para aquellos con buen estado físico, hay que trepar por una cuerda para subir de nuevo a tierra firme.

La ruta es lineal, se vuelve a Santoña desandando el mismo camino que hicimos para llegar al faro.

La distancia son casi 4 km.

Con un desnivel acumulado de 475m.

Sin contar las paradas tardaremos aproximadamente unas 3 horas en completarla.

Consejos prácticos para disfrutarla:

-Ten en cuenta la hora de inicio, en invierno de mañana y en verano no más tarde de las 16h.

– Respecto a la ropa es imprescindible llevar calzado deportivo y ropa de montaña por capas. En el ascenso solemos coger calor y necesitamos sacarnos alguna.

-Llevar el teléfono cargado y una linterna si vamos a hacer la ruta por la tarde.

-Y sobretodo, sobretodo, sobretodo LLEVAR SUFICIENTE AGUA para el camino y algún fruto seco o barrita energética, por si tenemos hambre.